La retención de clientes es uno de los factores más importantes para el crecimiento sostenible de cualquier empresa. Mejorar la retención no solo implica brindar un buen producto o servicio, sino también afinar y ajustar cada etapa del embudo de ventas para maximizar la satisfacción y el compromiso del cliente. Este enfoque permite identificar y resolver cuellos de botella, adaptando las estrategias para lograr una relación más duradera con los clientes. Analizar detalladamente cada paso del embudo y aplicar mejoras específicas es fundamental para incrementar el valor de vida de los consumidores y consolidar el éxito empresarial a largo plazo.